Teniendo en cuenta que toda experiencia es indispensable para madurar en nuestra vida, es importante recalcar que el estudiar en el extranjero viene a ser algo insuperable hoy día en nuestra formación si consideramos el balance entre sus aspectos positivos y negativos. Obviamente los aspectos positivos se deben disfrutar en pleno; esto debe suceder durante la adaptación en el país anfitrión como en el transcurso de readaptación del país oriundo. Considerando que es dificultoso estar al tanto de qué clase de eventos negativos nos enfrentaremos, es importante estar sobre aviso para hacerles frente, por si llegase a ocurrir cualquier acontecimiento.
Las destrezas más significativas que se obtienen al estudiar en el extranjero han sido, el desarrollo personal, anexado al aprendizaje transcultural; adquiriendo de esta manera la oportunidad de relacionarse en un país extranjero, conociendo un idioma diferente llevando a cabo un desenvolvimiento en cuanto al desarrollo de la educación se refiere; es indispensable conocer más a fondo sobre el idioma del país que se ha elegido.
Se hace difícil el aprender el acento y el significado de frases coloquiales, puede ser algo incómodo no interpretar la explicación de los profesores. Por otra parte el participar en los debates, discusiones o al expresar desacuerdos en clases podrá resultar embarazoso al comienzo. En cierto modo todo esto viene a formar parte de la experiencia adquirida al irnos a estudiar lejos de nuestra tierra natal. Pero la parte positiva de estas situaciones, es el crecimiento personal adquirido, la independencia y maduración emocional, porque al tener obstáculos lo más relevante seria encontrar las soluciones y allí está la clave del éxito.
En cierto modo, estudiar en el extranjero nos trae muchos beneficios a nuestra vida personal sin dejar atrás a lo laboral; porque sin duda alguna en cualquier empresa prestigiosa no dudaría en entrevistar personas con estudios universitarios en el extranjero, ya que el desenvolvimiento es más eficaz.
Si nuestra meta es estudiar fuera, a sabiendas de los beneficios que nos espera, no cabe la menor duda en emprender nuestras metas.
